MI VIEJO TELAR
NESTOR
ANDRÉS PAIPA C.
Mi
viejo telar se convierte en un lugar de memoria cuando de
una forma ocasional hago una visita al pueblo boyacense de Nobsa, famosa porque
muchos de sus habitantes poseen estupendas habilidades artesanales. Visitamos
Nobsa en busca de una ruana para mi
padre; recorriendo distintos negocios encontramos al catalogado como mejor
artesano del pueblo, quien amable y orgullosamente, antes de decirnos cuánto
cuesta la fabricación de una ruana, nos invita a seguir a su taller y nos
enseña su viejo telar. Luego nos explica paso a paso cada una de las
actividades que realiza para llegar a la elaboración final de la típica ruana
boyacense.
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Fotografía del diario de campo de Néstor Paipa |
Su nombre es Julio Ramón Cristancho
Fagua; tiene 56 años y dos hijos, Ricardo
Andrés Cristancho Peralta de 25 años, quien actualmente estudia Mecánica Industrial
y Yamile Andrea Cristancho Peralta de 29 años, que estudia Ingeniería Civil.
Don Julio Ramón es un artesano de profesión, y elabora
ruanas en Nobsa; participó en la elaboración de la ruana más grande del mundo, que
rompió el Guinness
Récords, el 13 de mayo de 2008 con medidas de 35 metros de larga, por
25 metros de ancha, y que pesaba 700kg. Esta ruana fue elaborada con lana pura. Para subirla a la Iglesia se hizo un montaje
con una máquina Tinfor que levanta 5 toneladas, andamios, y tubos para rodarla
y conseguir el objetivo. La fabricación de esta ruana duró un mes, fue
fabricada por don Julio Ramón y su grupo de trabajo; formaban un equipo de unas
25 personas aproximadamente.
La idea de
hacer esta ruana fue de Willson Carreño, el Secretario de Gobierno y Urisol Daniel Carreño, un periodista.
Ellos querían llamar la atención y ganar reconocimiento para el pueblo ya que
fue un mérito estar en el libro de los Guinness Records. El contrato lo hizo la Alcaldía, “la misma que desechó la ruana en la plaza de mercado para que los
ratones se la comieran” según declaró
una vecina de don Ramón.
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Don Julio Ramón Cristancho Fagua |
El costo en
total de su elaboración fue aproximadamente de cuarenta y dos millones de
pesos. Don Julio Ramón dice lo que importa no es el dinero sino el esfuerzo y la
dedicación que se le imprimió a aquella empresa, aunque el sentimiento que
genera el destino es de tristeza. Agrega sin embargo que lastimosamente ese
orgullo que se obtuvo en ese momento no duró mucho ya que la alcaldía no valoró
su trabajo. En ese tiempo el alcalde era Oscar Tiatino.
Esta misma
ruana que está en la memoria de las personas que presenciaron este hecho y en algunas
fotografías. Es absurdo que la hayan dejado deteriorar y tuvo que ser tirada a la basura. Es lógico
en este país; proyectos que llaman la atención del mundo terminan en la basura.
Se hubieran podido sacar más de 360 ruanas o 280 cobijas para regalárselas a
los pobres.
Don Julio
Ramón desde
los 7 años aprendió este bello oficio de la textilería artesanal en telar. Esta
es una costumbre de ancestros de principios del siglo pasado. Uno de los
pioneros en este arte fue, Luis Felipe Cristancho, abuelo de don Julio. También
le aprendió esto a su padre Carlos Julio Cristancho, enseñanza que se ha
transmitido de generación en generación, Julio Ramón es la tercera generación.
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Catedral de Nobsa-Boyacá |
Don Julio que también enseña a tejer, se
siente orgulloso de hacerlo ya que muchos jóvenes ahora solo quieren consumir
drogas. Afirma que no es difícil, y que todo depende del alumno y la actitud y
el entusiasmo del que enseña y del que aprende. Qué lección de pedagogía nos da
el artesano.
Don Julio Ramón trabajó en Indumil por 15 años, 5
años en Bornaza y otras compañías. También es certificado del Sena y tiene un
diplomado en la Uptc. Nunca dejó su pasión por los tejidos hasta que finalmente
el gran esfuerzo y dedicación que hizo lo llevaron a ser reconocido y poder vivir de
su viejo telar que tiene más de cuarenta años. Pero no fue fácil llegar a la cima
en la que se encuentra, ya que cuando sus hijos estudiaban la situación
económica era otra.
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La ruana más grande del mundo |
Julio
me contó con alegría de su taller, y cómo sus ruanas han llegado a Sudáfrica,
España, Canadá, Venezuela, Francia, Italia, Argentina, Estados Unidos y otros
países. La ruana más reciente fabricada para exportar al exterior fue para
enviarla a España al jugador de futbol profesional Radamel Falcao García, la cual llevaba el logo de la
selección Colombia, en un gesto de apoyo en su recuperación para el Mundial, y agregó
que próximamente se pondría en la tarea de hacer una para James Rodríguez.
Cuando le pregunto por la súper
ruana; don Julio se queda recordando ese momento tan importante y tan destacado
de su vida. Tiene en su poder una pequeña fotografía de la ruana en la iglesia
con un aviso que dice ¡EXCELENTE! Y esa es la memoria, quizás una fotografía
que detiene el tiempo.
Excelente cronica, una buena forma de mostrar el semillero de nuestros artesanos como Julio Ramón que con orgullo y mucho corazón muestra y enseña lo que aprendió desde niño.
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