Por Cristian Joaquín Botía Romero
Me propuse hacer un recuento de las casas antiguas de la ciudad que ya
han desaparecido y que desaparecerán debido a múltiples razones. Muchas de
ellas fueron fabricadas con barro, y se constituyen en parte de la memoria
desaparecida de la ciudad.
Para su realización hicimos entrevistas a algunos de los propietarios de
estas viviendas, y recorrimos la ciudad cartografiando su ubicación y
fotografiando las casas.
La ciudad de Duitama los últimos años ha estado derrumbando las casas
antiguas dando paso a la modernización sin pensar que estas viviendas están
hechas con barro, caña brava, tamo y agua y que por lo tanto son la
verdadera memoria de la ciudad en el sentido en que son vestigio de épocas
pasadas.
Pensamos que estas casas son de mucho valor histórico para la ciudad y
que además debería exigirse por lo menos una foto antes de ser derrumbadas; así
podríamos hacer la memoria de la ciudad.
Una de las entrevistas se la hicimos
a don Josué Martínez quien cuenta que su
casa que queda en la dirección Cra 20-11-15, fue construida aproximadamente hace
72 años, y varias veces se la arrendó a familias humildes sin problemas, pero
los dueños actuales dicen que es muy incómoda por el frío y la humedad
acumulada, por lo cual las condiciones
de vida son muy difíciles de llevar
y por estos motivos se hace necesaria la opción de venderla para
situarse en un mejor lugar; lamentablemente será otra casa antigua que desaparecerá.
Otra propiedad que está a punto de desaparecer es la antigua casa que
queda en la cra 9 con 11 que perteneció a don Juan Pablo Higuera pero que ahora
pasó a manos de su hija como herencia; ella nos contó que la casa es ya una
estructura demasiado dañada por lo cual no sabe qué hacer pues quisiera
mantenerla por respeto a su padre pero que el arreglo es demasiado costoso.
Es importante que los integrantes de Duitama conozcan la importancia de
su legado; incluso no es mala idea poner a pensar a la gente sobre el significado
de lo que se conoce como patrimonio histórico, y a partir de ahí relacionar el concepto con
lo que se llama civismo, que se pregona pero que a veces no se aplica. Como
ciudadanos tendríamos que generar alternativas de colaboración que permitan
hacer entender a la comunidad la importancia de nuestro patrimonio, porque
nadie puede defender lo que no conoce.
Otra casa que está en el olvido es una antigua casona que desapareció en
el barrio San Juan Bosco y que fue derrumbada para construir una antena de
recepción celular, que de todas maneras no se construyó debido a la presión de
la comunidad.
No encontramos ninguna fotografía de la casa, sin embargo queda en la memoria
de las personas vecinas del sector. Esta
casa fue construida con un molde especial que tenía 15 cm de ancho, 25 cm de
largo y 6 cm de fondo. Así fue construida la casa de doña Lucrecia Torres. Fue levantada
sobre seis pilares que tenían la función de soportar la casa por un costado. La
casa tenía estufa de carbón, 4 piezas de
4x4 metros cuadrados, una huerta, un patio, y un pozo de agua. Muchas de estas
casas no contaban con agua potable, y no tenían servicio de alcantarillado. Incluso
muchas eran muy húmedas.
Otra casa antigua está en el
sector de San Juan Bosco que queda en la cra 22 – con 88 y fue derrumbada
totalmente para poder construir un edificio de apartamentos.
Debemos tener en cuenta los recuerdos que traen estas casas para las
personas mayores, ya que ellos vivieron en ellas toda su vida. En estas casas y
en estos lugares tienen todos sus recuerdos de infancia y juventud; toda su
vida se ve frustrada al ver cómo lo que ellos consideran parte de sí mismos
pronto pasará a ser un montón de escombros.
Buscando la definición de Patrimonio cultural para poderla compartir con
ustedes, encontré la siguiente: “El patrimonio cultural es la herencia cultural
propia del pasado de una comunidad, con la que esta vive en la actualidad y que
transmite a las generaciones presentes y futuras”. Sé que es complejo el
problema de pensar que estas casas antiguas hacen parte de nuestro patrimonio,
sin embargo ver cómo las derrumban sin que exista al menos una fotografía hace
que el problema de transmitir algo a las futuras generaciones como señala el
concepto, sea discutible.
Las casas coloniales o de barro son el mejor recuerdo que tenemos de una
sociedad sana, llena de pequeños detalles y con corazón, con ganas de salir
adelante, de trabajar por lo que se quiere y demostrar que los sueños de tener
algo propio y luchar por lo nuestro, sí vale la pena y tiene la mejor
recompensa que es el amor y el recuerdo de lo propio.
Podemos concluir que con este trabajo pedimos recordar
las casa antiguas de barro como una forma visual de recordar una Duitama
antigua y de mantenernos en equilibrio con nuestro pasado. Ahora, debo agregar
que las fotografías las tomé con mi celular… y que he ubicado en el mapa de mi
proyecto casi 150 casas…
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