Por JONATHAN
DAVID NIÑO BECERRA
“Si hubiera
parado por un café ellos hubieran hecho
lo mismo, ellos nunca se despegaron de mi rueda”.
Fabián
Cancellara “SPARTACUS”
Pocos
deportes han realizado el vertiginoso viaje que acumula el ciclismo en los últimos años; lograr paralizar
a un país con las magníficas victorias de nuestros compatriotas: Lucho Herrera,
el Cochise Rodríguez, Fabio Parra, Santiago Botero o Mauricio Soler, hasta llegar
al mítico Nairo Quintana más conocido como “Nairoman”, y claro, cómo olvidar al
paisano Rigoberto Urán.
Mi tía y Nairo Quintana |
Quizás
este deporte resiste tantos escándalos por dopaje y demás, debido a que no
sería difícil demostrar qué tan lejos podría llegar un ciclista sin ayudas
químicas. Quizá porque “lo peor ya ha pasado”, eslogan que se pronuncia luego
de finalizar una carrera.
A
este respecto vale la pena citar el caso del estadounidense Lance Edward
Gunderson, más conocido como Lance Armstrong, siete veces consecutivas ganador
de la carrera ciclística más prestigiosa del mundo, el Tour de Francia.
Armstrong afirmaba que muchos de los que llegaban a la meta por detrás de
él también lo hacían, es decir, también
se dopaban, pero que la diferencia radicaba en el acoplamiento y la forma en la que el cuerpo se adaptaba al doping, ya
que, todas las personas son diferentes.
¿A
cuántos colombianos les robó el triunfo esa discutible práctica del dopaje? En
Colombia se puede decir que este deporte está hecho o se desarrolla todo a base
del sufrimiento. En ocasiones te hace perder la conciencia, luego de llevar a
tu cuerpo por encima de las 220
pulsaciones por minuto.
Era
necesario este preámbulo para poder
contar que mi primera bicicleta me la regalaron cuando tenía cuatro años de
edad; me acuerdo que era una Hammer verde aguamarina, pequeña, con ruedines;
fue un regalo que se lo tengo que agradecer a mis padres; esas dos personas que
crearon valores deportivos en un niño pequeño para que no eligiera un camino
equivocado; mi bicicleta me transporta por buenos caminos y me aleja de las
malas andanzas.
La
bicicleta es una forma de superación; siempre serás tú el que quiere llegar más
lejos e ir más allá del horizonte que ven tus ojos. Cuando me monto a la
bicicleta, siento satisfacción y me siento privilegiado; de hecho, mi hobby o mi pasión
es el ciclismo y quiero que llegue a ser mi trabajo; quiero ese estilo de vida.
Mi lucha en la bicicleta es contra mí mismo, intento pelear por lo mío y
defender lo del equipo.
Para
conseguir el éxito debes desear mucho algo, y perseverar para alcanzarlo; la
familia en las buenas o en las malas siempre estará con uno; así mismo las
personas que me rodean son las que se alegran cuando yo triunfo y las que
sufren cuando yo sufro. Principalmente la afición hace que este deporte sea majestuoso
ya que a los ciclistas solo se les da ánimo; es muy raro que haya faltas de
respeto como sí sucede en otros deportes, en otras pasiones. Solo basta
comparar aficiones.
En
el ciclismo la afición siempre hará parte de la carrera; a veces la gente dura
muchas horas esperando a “ver pasar los ciclistas por las calles de Colombia”
pero la emoción es tan exclusiva que se va en la carrera, ya que en cuanto los
ciclistas pasan, no habrá por qué seguir esperando. Esperar tanto tiempo para
verlos pasar unos momentos en esos caballitos de acero.
En
el deporte de las vielas solo gana uno de trescientos y mucha gente llega a clasificar
a los ciclistas colombianos como héroes. Es cierto, querer dejar en alto el
nombre de un país como éste que se complace en matarse. En todas las pruebas
del mundo hay colombianos pedaleando para que la imagen del país sea distinta,
y de paso para alcanzar la gloria.
Un
ejemplo claro de un acto épico sería esta comparación:
Cuando
un futbolista se cae y se lesiona, le cambian y lo atiende un médico. Cuando un
ciclista se cae de su bicicleta lo que hace es volverse a montar para seguir en la carrera sin importar en que
condición esté. ¿Qué difícil es parar un penalti? - ¿Qué difícil es subir el
alto de La Línea?
Compromiso,
humildad y sentimiento por el equipo,
son una muestra de los valores con los que se forjan muchos ciclistas; otros
prefieren forjárselos ellos mismos a partir del empirismo que les va dejando
este deporte día a día.
Sería
un poco apresurado relatar mi vida ciclística como los grandes del ciclismo
boyacense: Félix “El Gato” Cárdenas, Aristóbulo Cala, Fernando Camargo, Edgar
Fonseca, Giovanny Báez, Jeffrey Romero, Leonardo Páez, Freddy Montaña, Winner
Anacona, Dayer Quintana, y por último, su hermano, el mítico Nairo Quintana.
Aquí
en el Santoto hay ciclistas en formación y yo hago parte de ellos, el reconocimiento
por parte de la prensa boyacense “Extra Boyacá” se ha hecho notar; en los pasados
juegos intercolegiados se trazó un camino; en cuatro años he conseguido 9
triunfos.
Una
lección para la sociedad; si un país funcionara como lo hace un equipo de
escarabajos, las cosas estarían mejor; llegaría a ser un gobierno
representativo con el pueblo y aparte cruzaría las metas que se trazó junto con
todo su equipo de gobierno.
He
aquí un glosario para profanos:
Escarabajo:
Un escarabajo en ciclismo es el término con el que se conoce a
los ciclistas colombianos. Este "apodo" surgió en 1952, con
la popularización del ciclismo en Colombia y la creación de la Vuelta
ciclista a Colombia, popularizándose en Europa en la década de 1980 debido
a la explosión de los ciclistas colombianos en el concierto internacional.
Vertiginoso:
Que produce vértigo. De movimiento rápido y mareado.
Compatriota:
Persona que viene de la misma patria.
Paisano:
Del mismo lugar o provincia que otra persona.
Preámbulo:
Lo que se dice antes de dar principio a la materia principal.
Ruedines:
Se utilizan para estabilizar la bicicleta.
Afición:
“amar a” o “amador de” sin la intención de ganar dinero.
Alto
de la línea: El “Stelvio” colombiano. Atraviesa la cordillera central uniendo
Armenia e Ibagué llegando a una altitud de más de 3265 m.s.n.m.
Stelvio:
Situado en Italia es el paso de montaña de mayor elevación en los Alpes
orientales con una altitud de 2757 m.s.n.m.
Humildad:
Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y
debilidades.
Empirismo:
La experiencia es la base del conocimiento.