domingo, 17 de agosto de 2014

EL PROGRESO NO ES LA FELICIDAD


Por Jessel Mendivelso

Hacia el año 2007, miembros del consorcio Solarte y Solarte llegaron a las viviendas que quedan en la vereda Romita de la ciudad de Paipa, y les dijeron a los habitantes que construirían la doble calzada y que esto implicaba que tendrían que venderles parte de sus terrenos para la ampliación. Esto causó un poco de preocupación y alarma, y muchos campesinos de Romita se negaron a vender porque se encontraban apegados a sus ranchos que se ubicaban a la orilla de la vieja carretera.  

Así comenzó la historia de la doble calzada “ampliación Briceño, Tunja, Sogamoso”, que impactaría de una manera dramática la cotidianidad y el estilo de vida de los campesinos.


Una carretera es símbolo de desarrollo y progreso, pero en esta ocasión su construcción muestra que una carretera es una manera de destruir la memoria y lesionar los tejidos vitales que los campesinos. Por ejemplo doña Helenita Cantor de Avendaño vivió toda su vida a orillas de la carretera, y tuvo que ver cómo derrumbaban la casa. En varias oportunidades dijo que no quería que esto sucediera, y que quería que tumbaran la casa con ella adentro; me imagino que para morirse con su casa. Cuando pregunto que cómo era ella, me dicen que era una mujer muy tierna y que en la casa durante muchos años funcionó un Telecom. Lo cierto es que doña Helenita vio desde una casa cercana, a través de la ventana, como una retroexcavadora tumbaba su rancho.

Pero esta historia de la carretera también ha dado para elefantes blancos. En el kilómetro 2 vía Paipa se comenzó la construcción de un puente peatonal, en el que seguramente se invirtieron millones, pero que nunca fue terminado. Ahora en la Alcaldía de Paipa dicen que por ser vía nacional no se puede terminar, y el Presidente andará ocupado en otros asuntos como para interesarse en un puente en Romita –Boyacá-.

Antes de la ampliación de la vía existía un túnel cerca de la escuelita. Era utilizado por los niños para cruzar la carretera. Sin embargo fue sellado, y nuevamente se perdieron millones de pesos que hubieran servido para mejorar las condiciones de la misma escuela. Ahora es una alcantarilla. Es curioso esto, pero hay padres de familia que ahora ven con preocupación el envío de los niños a la escuela porque pasar las dos avenidas con los carros, camiones y buses a altas velocidades, se convierte en una peligrosa odisea; algunos de los niños ya no van a la escuela por esta razón. Y el puente no existe y el túnel tampoco y los gobernantes no sirven para nada. Incluso una mujer y su hija fueron atropelladas el 8 de agosto del 2011, mientras cruzaban la avenida. ¿Progreso? ¿Desarrollo? Eso es algo que parte en dos una vereda. Los que viven al otro lado de la carretera no se enteran de las reuniones y han aumentado los conflictos porque no asisten a las mismas. Otros se han ido para el centro, y otros ya comienzan a acostumbrarse porque ¿Qué más pueden hacer?


A las personas les pagaron a $ 15000 el metro; eso se le paga a un campesino por dejar su cultura, y por arriesgar su vida atravesando una carretera…

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