domingo, 17 de agosto de 2014

EL SABIO QUE NO PUEDE HABLAR



Por Mónica Natalia vega Peñalosa 

El parque de Los Libertadores es un sitio muy visitado  por los habitantes de Duitama y en el centro del parque hay una historia sin contar.


En la página de la alcaldía se dice que la cedrela es un árbol del cual solo existen dos especies alrededor del mundo, que su copa es globosa y florece de enero a agosto, que sus flores son pequeñas y blancas y que  crece hasta 25 a 30m de altura, según los expertos; se dice que la cedrela en Duitama tiene aproximadamente 200 años;  y está rodeado de una extensa reja para protegerlo.[1]

La cedrela es un sitio muy agradable para conversar; allí encontramos gente del común, vendedores de helados, de minutos, de globos, ejecutivos y pensionados que se reúnen frecuentemente para charlar sobre temas culturales y políticos.  Si vemos un poco más allá, al noroccidente,  está la catedral de la ciudad; al norte la Alcaldía y a su alrededor, bancos, almacenes y cafeterías; las casas antiguas fueron demolidas y las remplazaron almacenes, vitrinas y edificios.

Algunos profesores, padres de familia, ejecutivos, estudiantes etc., piensan que la cedrela es el lugar perfecto en Duitama para discutir temas de interés. Los pensionados lo ven como uno de los refugios de su soledad; los vendedores de helado, chicle, maní y minutos lo ven como su lugar de trabajo; allí consiguen el dinero para el mercado, los servicios, en sí, la manutención de  sus casas. Algunos jóvenes lo entretienen en las tardes dándole una muestra de deporte como montar patineta, otros practicando bicicrós. Algunos adultos endeudados le muestran su preocupación al salir de los bancos. Quizás este sabio quisiera charlar y discutir con los pensionados, consolar a los endeudados, dar más trabajo a los vendedores que sobreviven al estar a su alrededor, felicitar a los jóvenes y darles ánimo cuando caen. Pero él da consejos silenciosos y refugio sin pedir explicaciones, por estas razones digo que en el parque central de la ciudad de Duitama hay un sabio que no puede hablar.  Sin embargo aunque estas cosas enriquezcan la cotidianidad mi interés se dirige a relatar un suceso ocurrido el 10 de noviembre de 1994 que tiene como personajes a la cedrela, Ana Isabel Jaime y la intolerancia de la ciudad.




Doña Ana Isabel Jaime fue gerente de Granahorrar en la ciudad de Duitama. Profesional en ingeniería ambiental, estudios que realizó en la Universidad Nacional de Colombia. Hizo investigaciones continuas con profesores de su Universidad y expertos en tratamiento de árboles en la  ciudad de Bogotá y de esta forma se propuso revitalizar la cedrela.

Ella quiso salvar la cedrela y propuso un proyecto el cual tenía que ser aprobado por Constantino Agudelo Corredor el Alcalde en ese momento. Luego de comunicarle a todos y cada uno de los miembros del gobierno municipal, por fin su proyecto fue aprobado.  La noche anterior al hecho, el día 9 noviembre 1994 la señora Ana Isabel le pidió  ayuda a su familia; ellos la apoyaron incondicionalmente para comunicar a la ciudadanía por medio de volantes, comunicados y en radio que iban a podar la cedrela al día siguiente.
El 10 de noviembre de 1994 a las seis de la mañana la señora Ana Isabel sale de su casa a realizar su proyecto, había durado mucho tiempo planeándolo. Eran las diez de la mañana y la acción comenzó con ayuda de la policía, los bomberos, la electrificadora y una volqueta de la ciudad. En medio de insultos y escasas voces de aliento, una motosierra cortaba gajos secos, mientras encontraban al sabio invadido de piojos, hongos, moho y una plaga muy común en la ciudad de Duitama, madrigueras de roedores.

Los ilustres duitamenses invitados a presenciar la tala no llegaron al sitio de los acontecimientos. Algunos observaban a distancia lo que pasaba. Graco Zambrano y Félix Segura, líderes cívicos, fueron los únicos que aceptaron la invitación. Entre tanto, muchos curiosos elevaban su voz rechazando la poda.
Ana Isabel Jaime les dijo “no tengan miedo a una decisión como ésta, tengan verraquera. Si es lo más hermoso que tiene la ciudad entonces ¿Por qué todos lo han descuidado? Y si con lo que yo estoy haciendo el árbol muere que me lleven a prisión”.  A medida que iban podando, ella iba aplicando un ungüento preparado en la Universidad Nacional exclusivamente para la cedrela. Pero los agradecimientos por esta labor fueron insultos y amenazas;  aun así esta mujer no se rendía. A las siete de la noche su labor no estaba culminada, pero por miedo a perder su vida en medio de las discordias de algunos habitantes, decidió retirarse.

Su vida a partir de este día cambió; los vidrios de su casa y del almacén Fénix propiedad de sus padres fueron destruidos; ella estuvo encerrada en su casa  durante dos meses por miedo a recibir insultos y miradas que la juzgaban sin razón, aunque la poda y cuidado habían sido aprobados por el alcalde, esto no le sirvió de nada; amenazas e insultos iban y venían para una mujer que con orgullo dice “yo amo a Duitama”.

Si lo sucedido este 10 noviembre de 1994, ocurriera de nuevo, yo creo que esta vez sí se debería poner en duda el lema “Duitama ciudad cívica de Boyacá”, ya que los habitantes en ese entonces, no le hicieron honor.



Lo cierto es que lo que hizo Ana Isabel salvó al árbol. Yo creo que cada vez que ella pasa por su lado o se sienta a su sombra, de una manera silenciosa susurra en sus oídos, agradecimientos, y la mejor manera de demostrárselo, fue ponerse cada día más bello.

Sus oídos estaban despejados de roedores y piojos; sus ojos ya no tenían algas y moho; estaba como nuevo. Aunque la falta de cultura de esta ciudad opaque sus sentidos, él cuenta una historia nueva para aquellos pensionados, vendedores ambulantes, ancianos y hasta  vagabundos que duermen bajo su sombra cada día.

Sus palabras no se oyen, sus ojos no se ven, su vitalidad permanece para aquel que quiere ver; sus consejos son mejores y sus pensamientos también; cada historia que él conoce su memoria la recuerda, él se la comenta al aire, a sus flores y a aquel que pueda escuchar su sabia voz… sin embargo no juzga a aquel que no quiere entender.  Está bien, sí, es un árbol y quizás ha sido reconocido y homenajeado en varias ocasiones, pero siendo así la sociedad no tiene o no quiere tener la capacidad de valorar su importancia y entender su significado. Para otros es un simple árbol plantado en el parque de la ciudad, es un pretexto más para la comodidad ya que su sombra cobija a muchos.

El árbol es el único que no puede negar el tiempo, su edad se convierte en cicatrices. Es aquel que esconde mitos, ya que sus raíces se sumergen en una laguna de ideas, tiene pensamientos de sabio y aspecto de anciano, a diario apreciamos su silencio y aunque no observamos su sagacidad, él la vive en cada historia de calle, de barrio o de oficina a través de sus brazos bajo tierra que recorren y sostienen la ciudad. Su sabiduría lo hace ser el mejor confidente duitamense.

Este árbol tiene la capacidad de ver las cicatrices en la historia; la señora María Estrella Correa tiene 67 años y vive en el barrio Camilo Torres; ella me contó que cuando llegó el pergamino del niño Dios de España a Duitama, se realizó la primera corrida de toros alrededor de la cedrela. Aunque los españoles fueron opresores, este hecho es un acontecimiento histórico importante. El árbol presenció la opresión española, y el crecimiento de una ciudad  que aunque hermosa poco a poco ha ido dejando atrás lo que los antepasados llamaban historia.

Esta carta llegó un seis de enero, este día  se vio cómo la cultura española traería problemas a Duitama mostrando a niños y adultos como la masacre de un animal, les daba alegría. A este árbol su experiencia lo convierte en un sabio; en el ancestro más viejo de esta ciudad, el más conocedor, el que lo ha visto todo, pero siendo así ese diez de noviembre de 1994 cuando la señora Ana Isabel Jaime lo estaba revitalizando mucha gente se opuso quizás por ignorancia o falta de amor hacia su ciudad.

Este sabio, aunque viejo, es más culto que muchos y más recto que el gobierno. Tiene más razón y conciencia que algunos políticos pero su significado ha tenido que adaptarse al mundo de hoy. El tiempo simplemente se adapta  a él, dejando lo que verdaderamente  importa en el pasado.

Don Martín Zambrano Ortega tiene ochenta años, y vive en la vereda La Laguna que se encuentra ubicada en la vía Duitama-Santa Rosa. Él me cuenta que se siente reflejado en la cedrela, porque es como un anciano agobiado por esta nueva época; me comenta que sus padres siempre vivieron en la ciudad de Duitama; según el padre de don Martín, Duitama era una laguna, en épocas en las que no habían edificios, casas, iglesias, etc., sólo había comunidades indígenas en las cimas de las montañas y el sitio donde se encontraba la ciudad era una laguna.

Pero un día llegó la época de sequía y la laguna se secó por partes; las comunidades indígenas se expandieron y comenzaron construyendo chozas y así sucesivamente hasta que un día sembraron un árbol muy hermoso en la parte más plana de la ciudad de Duitama, y este hizo que la laguna que era Duitama formara una capa sólida y muy firme sobre ella, y así lograra formar una comunidad y este se convirtió en su árbol protector y entonces se dice que la cedrela es el tapón que protege a Duitama de la destrucción de miles de millones de partículas de agua.

Aunque muchos le llamen mito, es un secreto de nuestros antepasados; sonará misterioso pero la laguna subterránea que se encuentra en Duitama es la fuente de vida de este sabio y una realidad ecológica que nace en el páramo de Los Frailejones. Don Martín me cuenta que varias veces se sentó alrededor del árbol a las cuatro o cinco de la mañana para escuchar como las corrientes de agua pasaban bajo la Cedrela y esto también me lo confirmó la señora Ana Isabel Jaime; ella también realizó este acto de levantarse muy temprano a escuchar esta melodiosa canción que emite el agua.

EL PROGRESO NO ES LA FELICIDAD


Por Jessel Mendivelso

Hacia el año 2007, miembros del consorcio Solarte y Solarte llegaron a las viviendas que quedan en la vereda Romita de la ciudad de Paipa, y les dijeron a los habitantes que construirían la doble calzada y que esto implicaba que tendrían que venderles parte de sus terrenos para la ampliación. Esto causó un poco de preocupación y alarma, y muchos campesinos de Romita se negaron a vender porque se encontraban apegados a sus ranchos que se ubicaban a la orilla de la vieja carretera.  

Así comenzó la historia de la doble calzada “ampliación Briceño, Tunja, Sogamoso”, que impactaría de una manera dramática la cotidianidad y el estilo de vida de los campesinos.


Una carretera es símbolo de desarrollo y progreso, pero en esta ocasión su construcción muestra que una carretera es una manera de destruir la memoria y lesionar los tejidos vitales que los campesinos. Por ejemplo doña Helenita Cantor de Avendaño vivió toda su vida a orillas de la carretera, y tuvo que ver cómo derrumbaban la casa. En varias oportunidades dijo que no quería que esto sucediera, y que quería que tumbaran la casa con ella adentro; me imagino que para morirse con su casa. Cuando pregunto que cómo era ella, me dicen que era una mujer muy tierna y que en la casa durante muchos años funcionó un Telecom. Lo cierto es que doña Helenita vio desde una casa cercana, a través de la ventana, como una retroexcavadora tumbaba su rancho.

Pero esta historia de la carretera también ha dado para elefantes blancos. En el kilómetro 2 vía Paipa se comenzó la construcción de un puente peatonal, en el que seguramente se invirtieron millones, pero que nunca fue terminado. Ahora en la Alcaldía de Paipa dicen que por ser vía nacional no se puede terminar, y el Presidente andará ocupado en otros asuntos como para interesarse en un puente en Romita –Boyacá-.

Antes de la ampliación de la vía existía un túnel cerca de la escuelita. Era utilizado por los niños para cruzar la carretera. Sin embargo fue sellado, y nuevamente se perdieron millones de pesos que hubieran servido para mejorar las condiciones de la misma escuela. Ahora es una alcantarilla. Es curioso esto, pero hay padres de familia que ahora ven con preocupación el envío de los niños a la escuela porque pasar las dos avenidas con los carros, camiones y buses a altas velocidades, se convierte en una peligrosa odisea; algunos de los niños ya no van a la escuela por esta razón. Y el puente no existe y el túnel tampoco y los gobernantes no sirven para nada. Incluso una mujer y su hija fueron atropelladas el 8 de agosto del 2011, mientras cruzaban la avenida. ¿Progreso? ¿Desarrollo? Eso es algo que parte en dos una vereda. Los que viven al otro lado de la carretera no se enteran de las reuniones y han aumentado los conflictos porque no asisten a las mismas. Otros se han ido para el centro, y otros ya comienzan a acostumbrarse porque ¿Qué más pueden hacer?


A las personas les pagaron a $ 15000 el metro; eso se le paga a un campesino por dejar su cultura, y por arriesgar su vida atravesando una carretera…

EBANISTERIA, EL ARTE DE CREAR


Por Juan Carlos Moreno

Autor
Don Saúl Moreno  nació el 20 de octubre de 1960. Su familia no tuvo recursos para enviarlo al colegio pero en cambio esperaba continuar con la tradición familiar que siempre fue la ebanistería. Al comienzo era el ayudante que le alcanzaba las herramientas al papá; martillo, puntillas etc. Mi abuelo cuenta que de niño se enamoró de esta profesión así que en la mañana le ayudaba a la mamá, en los oficios de la casa, y en la tarde al papá en el negocio. Mi abuelo nació en Pesca y allí mis bisabuelos  tenían el taller.

Mi abuelo me cuenta  que cerca de los 25 años conoció a mi abuela María Solano, y que por ella se viajó de Pesca a Duitama a presentarse a los padres de mi abuela; con el tiempo vivieron en Duitama y tuvieron  su primer hijo. Con el pasar de los años  don Saúl Moreno se independizó y empezó a trabajar en un taller arrendado. Antes de cumplir los 30 años se propuso ir a trabajar a la capital para hacer más dinero, sin embargo me confiesa que le daba miedo esa ciudad desconocida. El destino le tenía preparado a don Saúl un empleo a través de un anuncio en el periódico. Fue así como conoció a don Fernando Gonzáles quien trabajaba en artes escénicas; de esta manera mi abuelo terminó diseñando los escenarios y las escenografías que se utilizaban en el teatro o en la televisión. Mi abuelo además me cuenta que conoció a actores como German Quintero, Paula Peña y Manuel Pachón. Ahorró dinero y se regresó a Duitama.

Mi abuelo dice que ha sido satisfactorio darles a sus hijos cosas  que él no tuvo en su infancia. Mi abuelo es muy dedicado a su trabajo. En éste medio tiene fama de ser uno de los mejores. Él sabe que su retiro llegará pronto aunque me dice que le va a costar dejar su oficio y que no es fácil abandonar toda una vida dedicada a arreglar, adecuar y remodelar las cosas.

No es fácil dice el señor Moreno y agrega que no hay un mueble que no haya pasado por sus manos. Cuando le pregunté por el primer trabajo  que realizó me dijo que fue un closet, y que el más difícil fue una cocina integral, que  como él mismo dice, tenía muchos gallos. Don Samuel Moreno, hermano de mi abuelo, me cuenta que de jóvenes vivieron muchas experiencias motivadas por el trago; cuenta por ejemplo que cuando tomaban mucho, terminaban en otras ciudades razón por la cual sus respectivas esposas se molestaban por esto, pero igual nunca han dejado de tomar.

Volviendo a su trabajo, mi abuelo dice que ha habido personas que quieren todo regalado mientras que hay otros que quieren todo para ya, quizás porque no comprenden que esto es un proceso que no se trata de soplar y hacer botellas. Sin embargo mi abuelo me cuenta que a veces hay demoras  pero que el después que todos estos años ya sabe con quién hacer negocios.


Mi abuelo tiene buena salud, quizás porque se trasporta  en bicicleta a su trabajo. Me cuenta también que su equipo favorito era Millonarios, y que ERA porque se puso a apostar y perdió dinero, así que empezó a odiar el fútbol, y cuando ve a alguien de la familia viendo fútbol dice “eso es una perdedera de plata”.

LAS VENAS DE DUITAMA


Por Nicolás Felipe Cuspoca Cabra y 
Edison Fabián Corredor Pedraza

1: Edificio Administrativo
El 17 de febrero de 2012, aproximadamente a las 3:00 pm, nos dirigimos al edificio administrativo de la ciudad, específicamente a la oficina de planeación; nos proponemos recopilar información detallada de la ubicación, estado e historia de los recursos hidrográficos del municipio; aquí logramos conseguir un mapa hidrográfico del municipio, para obtener así una idea sobre las cuencas que tienen mayor impacto ambiental, en las que nos proponíamos desarrollar el proyecto.

2: Río Chicamocha
El 10 de marzo de 2012, 8:00 am, nos dirigimos a una de las cuencas hidrográficas más importantes de Boyacá y de la cual se abastecen los demás municipios aledaños, el río Chicamocha; al llegar al lugar percibimos un olor nauseabundo; entrevistamos a Don Alfonso Hernández, un señor de 66 años que estaba ordeñando sus vacas y le preguntamos que si nos podía dar su opinión sobre cómo había cambiado el río a lo largo de los últimos años. Él nos contestó que “ha sufrido varios cambios porque la zona urbana se está incrementando considerablemente  y los desechos que produce tienen como paradero el río”, no obstante nos comentó que “extrañaba con nostalgia aquella época en que este lugar era visitado por familias y el agua era más limpia y se podía consumir y usar para su vida cotidiana”.

3: Río Chiticuy
7 de Abril de 2012, aproximadamente a las 9:30  am, nos dirigimos al río Chiticuy  por el sector del Rafael Reyes, en donde el agua baja más o menos limpia, pero en el momento de estar cerca al Pueblito Boyacense se nota un cambio en el color del agua y los materiales que lleva, de repente se nos acerca un señor de aproximadamente unos 50 años y nos preguntó: ¿Muchachos que están haciendo?  Le respondimos que estábamos desarrollando un proyecto para la revista clepsidra del INSTITUTO TÉCNICO SANTO TOMÁS DE AQUINO, el cual consistía en hacer un cortometraje sobre los lugares hidrográficos del municipio, en donde las familias se reunían a compartir y que ahora por causa de la contaminación y el desarrollo urbano, están quedando en el olvido.

 
4: Barrio Boyacá
El 5 de Mayo  de 2012, 6:30 am, nos dirigimosa la canalización del río Surba, en el sector del barrio Boyacá; allí nos llamó mucho la atención el hecho de que éste era prácticamente un caño de aguas negras, producto de la misma contaminación que produce el barrio; en la imagen se puede observar su estado.

5: Río Surba
24 de Agosto de 2012, hicimos un seguimiento al río Surba; “nace en la laguna de Pan de Azúcar, la cual cuenta con alturas superiores a los 4.200 m.s.n.m., y  dan origen a micro cuencas de los Ríos Surba y Chiticuy, hacia la vertiente oriental o del Tundama, y el cual es un bello lugar y se percibe la majestuosidad de los recursos que tiene el municipio”. (Tomado de Subsistema Biofísico de Duitama, oficina de planeación.)

6: Culturama
Octubre 6 de 2012; tratamos de buscar la opinión de ambientalistas con respecto a la contaminación de los cauces del municipio; nos dirigimos a la biblioteca de Culturama, en donde nos dieron el nombre de un ambientalista que vive en la zona del río Surba, un señor de aproximadamente 58  años de edad de nombre Julio César Correa Sanabria, el cual contactamos vía telefónica. Le preguntamos por su opinión sobre la contaminación de los cauces del municipio. Nos respondió que se debe “principalmente al crecimiento incontrolado de los asentamientos humanos y al  deterioro progresivo de las cuencas; la contaminación del agua afecta al ser humano de muchas maneras, según el uso los recursos hídricos” Reiteró que las principales fuentes hídricas contaminadas de Duitama “son el Río Chicamocha, el río Chiticuy y la Quebrada la Aroma”, y que como no se tiene un adecuado control, “pueden derivar en brotes de infecciones sobre los pobladores cercanos a los sitios donde se ubican.”

Según el documento aportado por la alcaldía, las principales causas de contaminación que se dan en el municipio son:
·        Filtraciones en acueducto y alcantarillado por tener una infraestructura obsoleta.
·        Vertimiento directo de las aguas negras.
·        Por  fugas de empresas que manejan residuos químicos.
·        Por fumigaciones de abonos en cultivos.
·        Por mal manejo de basuras realizados por habitantes de las zonas ribereñas
·        Por lavado de arenas, carros y ropa en las riberas de los ríos
·        Recicladores que no tienen permiso y que se dedican a apilar montones de desechos, sin tener control de plagas. (En San José Alto se encuentran ubicados dos)
(Tomado de Subsistema Biofísico de Duitama, oficina de planeación.)

7: Culturama

Marzo 2 de 2013; nos dirigimos  a la biblioteca de Culturama a preguntarle al señor bibliotecario Jorge Eduardo Ruiz Fonseca, su opinión sobre los cauces de Duitama años atrás; nos contó que antes no había inconvenientes con respecto al río que pasa por esa zona, y que ahora por el crecimiento del municipio y las construcciones están causando hundimientos y fallas geológicas en el sector; también nos contaba que hacía poco por los lados del barrio Solano hubo hundimientos de los antejardines de las casas; concluyó que faltó planificación a la hora de construir en esta zona del municipio.

8: Culturama

El día 8 Abril de 2013, 10:00 am, nos encontramos  nuevamente en Culturama, en donde buscamos información sobre los cauces que atraviesan la zona urbana del municipio, encontramos un documento con las diferentes vertientes del municipio y su uso.

“El consumo humano domestico del recurso hídrico tanto superficial como  subterráneo de la cuenca  se  utiliza  para  satisfacer  demandas  del uso industrial el cual está ubicado en el corredor industrial Paipa-Duitama y Sogamoso, las industrias en Duitama  que  más utilizan agua  para  la  producción  son:  BAVARIA y POSTOBÓN, la calidad de las aguas del  río Chiticuy en la parte  alta  es considerada  buena, pero  a  medida  que  avanza  en  su  recorrido  ésta  se  deteriora  debido  a  los vertimientos que recibe,  en primera instancia de las principales cuencas que le aportan aguas, y en segunda instancia por las explotaciones mineras e industriales localizadas en sus  márgenes”. (Tomado de Subsistema Biofísico de Duitama, oficina de planeación.)

Dada esta destrucción de nuestro patrimonio natural la solución propuesta por la alcaldía consiste fundamentalmente en la construcción de interceptores que sirvan como barrera para que las aguas residuales no sean descargadas directamente a la quebrada o río, y que estas sean dirigidas a la planta de tratamiento propuesta. También las personas deberían tomar conciencia y comenzar a volverse ciudadanos de manera que comprendan la importancia del cuidado que se debe tener con las fuentes hídricas y con el medio ambiente; las áreas afectadas deben recuperarse para las futuras generaciones que podrán juzgarnos por irresponsables; incluso el potencial turístico se eleva si se piensa en el ecoturismo.


Así que al retomar partes de nuestro diario de campo nos permite hacer un llamado de atención sobre el mal uso que hacemos de la naturaleza que nos rodea y a los planeamientos que desarrollan los políticos de turno más interesado en sus intereses personales que en la planeación del futuro de la comunidad. Estos sitios fueron también lugares de memoria; eran visitados por familias en días de descanso; ahora son los caños de una ciudad que los condenó al olvido y a la contaminación. 


EL MONUMENTO DEL ROBO


Por Anyi Tatiana Hernández Morales

Los “Elefantes blancos” son una especie de elefante de origen colombiano propio de la fauna y la zoología politica tradicional, que ha hecho de los cargos públicos y del presupuesto público, los elementos necesarios para reproducirse… y que por más ética y protesta social que haya… se niega a encontrarse en vía de extinción.

La pregunta sería ¿Hay que resignarnos? Yo creo que no. Hay que renovar esa mentalidad de esclavos. No debemos dejar que las hienas políticas se coman el dinero del país, no podemos vender nuestros principios, derechos y dignidad cada cuatro años, y dejar que los buitres hagan su mejor trabajo. Si no desconectamos nuestra mente de un sistema tan terrible que nos pone en manos de esa fauna miserable e inhumana, no podremos salir de la caverna en la que vivimos.  En la cuidad de Duitama esta especie lamentablemente continúa, y nos dejó un adefesio durante más de una década en la vereda de San Lorenzo de Abajo.

Se debe decir que este monumento al robo, este elefante blanco fue destruido y que ya no existe. Pero durante años se erguía como un llamado de atención a los electores poco educados de la ciudad.  Para muchos habitantes del sector y para mí, este elefante blanco no era más que el monumento de un robo; de hecho esta expresión fue utilizada por las personas del sector para denunciar la corrupción en la cuidad y la pusieron en una pancarta para que los habitantes de la cuidad se educaran un poco. Yo creo que la corrupción y sus diversas especies se esparcen como un cáncer destruyendo los sueños de las comunidades. Creo que este tipo de actuaciones deberían hacer reflexionar a toda la sociedad para que no vuelvan a elegir partidos en los que haya habido políticos corruptos.


Esta malsana zoología en nuestro país es aberrante; los elefantes blancos son paridos por lo general por una especie parasitaria repugnante, políticos camuflados en alcaldías, concejos, gobernaciones, asambleas, senado, etc. Existe la costumbre de llamarlos ratas o lagartos pero estos animalitos no tiene la culpa; de hecho las prostitutas insisten en que tampoco son sus hijos. La gente debería ser más desconfiada y vigilar más a los gobernantes de turno; o para no tenerlos que vigilar tanto, elegirlos bien, sobre todo en lo que concierne al manejo de los recursos públicos porque para nadie es un secreto que la mayoría de estos especímenes llegan a estos cargos con el único propósito de robarse la plata que podría ser invertida para mejorar la calidad de vida de nosotros mismos.

Desde esta perspectiva el elefante blanco es un producto de la deshonestidad y de la estupidez. Es decir, por un lado, estas asquerosidades de políticos, y por otro la estupidez de quienes los eligen. Claro que los que roban y paren elefantes blancos también son estúpidos porque dejan huellas de sus robos, esas construcciones símbolo de la estupidez de una comunidad que no aprende.  La cuestión es ¿Estos elefantes blancos no son una prueba para poderlos juzgar? Aunque si hiciéramos un balance serio, los estúpidos son los que votan por ellos. Algunos son ingenuos porque piensan que compartirán su botín con ellos… con un puesto o un cargo, o etc.

El monumento estuvo ubicado en la vereda San Lorenzo de Abajo o Villa Olímpica y fue construido en el año 1990. El terreno de la obra tenía aproximadamente 1.200 metros, el contrato fue de $ 3.200 millones, y se  puso en manos de un arquitecto llamado Héctor Julio Becerra. El gobernador era Alfonso Salamanca Llach y el Secretario de Hacienda era Oscar Celio Tamayo. En su gobierno le aumentaron unas gradas a la obra, pero este magnífico proyecto se caracterizó por ser una estructura en obra negra durante más de diez años. Se dice que una de las causas por las cuales no se pudo concluir este proyecto fue por problemas de ubicación y fallas geológicas ocasionados por el clima de la ciudad. Sin embargo, si esto es cierto, muestra la falta de planeación (más estupidez) y se evidencia corrupción y despilfarro.
Alguna agencia turística debería armas planes turísticos para conocer los elefantes blancos del país… y el Ministerio de Cultura debería reglamentar su cuidado por el bienestar de la memoria… olvidamos muy rápido… Y ya vienen las otras elecciones…

EL DIARIO DE UNA ABUELA


Por  Duban Andrés Cuspoca Pinzón

Cuando una persona llega a la tercera edad, el Estado tiene la obligación de reconocer y hacer cumplir los derechos establecidos en las legislaciones y así mejorar sus condiciones de vida. Hay una ley que le da beneficios al adulto mayor (Ley 1171 de 2007); esta ley tiene por objeto conceder a las personas mayores de 62 años beneficios para garantizar sus derechos a la educación, a la recreación, a la salud y propiciar un mejoramiento en sus condiciones generales de vida, los cuales son muy significativos: “Podrán acceder a los beneficios consagrados en esta ley los colombianos o extranjeros residentes en Colombia. También gozarán de un descuento del 50% en la boletería para espectáculos públicos, culturales, deportivos, artísticos y recreacionales que se celebren en escenarios que pertenezcan a la NACIÓN O A LAS ENTIDADES TERRITORIALES”.

En Colombia hay amparos para el adulto mayor pero muy pocos los conocen. En las busetas hay tarifas preferenciales para el adulto mayor, pero en las busetas solo hay sillas especificas para ancianos y discapacitados.

Otro caso es el de las “súper filas” que tienen que hacer cada uno de ellos para reclamar su pensión; tienen que mendigar durante muchas horas un salario al que tienen derecho desde hace muchos años. Lo más lamentable es que hay personas sin escrúpulos que en esos días los atracan sin pensar que sufren más esperando que les paguen a que llegue alguien sin oficio y se lo quite sin problemas. Además se sabe que la seguridad de los adultos mayores es pertinencia del Estado y la sociedad. 
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Es preocupante que la conciencia del cuidado de los adultos mayores no esté inmersa en la ciudadanía; hay casos de accidentes por la falta de conciencia de algunos conductores en la que por la velocidad y muchos abuelos se caen por impactos bruscos o la impaciencia a la hora que deben desocupar la buseta.

Estamos en un país donde  “Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley”, donde cada una de las personas tiene que recibir la misma protección y el mejor trato de las autoridades, tener oportunidades sin ninguna discriminación de sexo, raza, religión o descendencia. El Estado tiene la obligación de proteger especialmente a esas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad. Al Estado le corresponde organizar, dirigir y asegurase de que el servicio de salud para todos los habitantes este funcionando correctamente.  Sin embargo a pesar de lo dicho, mi abuela tuvo que esperar a cumplir los sesenta años para salir a recoger cartón a la calle. Mi abuela es una mujer de la tercera edad que día tras día ha tenido que luchar para mantenerse. Esta mujer se llama Clara Gómez y es mi abuelita. Para mí ella ha sido una mujer ejemplar dentro de esta sociedad que descuida a las personas de la tercera edad.

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Antes de que salga el sol, doña Clara es separada de sus sueños por la alarma del celular; este sonido le avisa que su rutina está por comenzar; tal vez durmiendo y soñando se escapa del mundo; entonces las cobijas caen al piso y la silueta de esta mujer de baja estatura, que ha tenido que sudarla día tras día para ganarse su sustento diario, que a veces ha sido niñera de sus nietos porque sus hijas están trabajando, que está casada pero que no sabe dónde está su marido, se arregla, desayuna y se prepara para salir a barrer el frente de un almacén de la ciudad.  Luego de esta labor, se regresa a su casa y se prepara para su otro trabajo cotidiano; se trata de recoger cartón en las calles; debo decir que a esta edad no consigue trabajo en ninguna parte y que por lo tanto esta es la única opción que tiene. Ella ya tiene sus recorridos fijos y tarda todo el día en recoger el cartón; al finalizar el día lo lleva a  la chatarrería o dependiendo del horario lo tiene que guardar en el lugar donde vive.

Ella con sus manos arrugadas, delicadas y temblando, le pide a Dios que le ayude a sobrevivir un día mas de vida, que le dé cada día más fuerzas para poder llevar el cartón de esquina a esquina, de cuadra a cuadra y de la calle a la chatarrería.  Ella para no tener que cargar el cartón en sus hombros por toda la ciudad, mandó a hacer una zorra donde pone encima todo su cartón. Ella empieza su recorrido desde el barrio San José, de allí pasa al terminal y después llega hasta la avenida de Las Américas, después baja hasta el hospital para regresar al San José. Después de ese largo viaje, ella llega a su casa a descansar y espera hasta el otro día para volver a escuchar el sonido de la alarma que le avisa la misma rutina para el nuevo día.

Mi abuela inició sus estudios a los cinco años en la Escuela Concentración El Carmen, pero sólo completo hasta quinto de primaria. Ella nació el 3 de abril de 1950 en Duitama. Vivió con su mamá porque su padre murió cuando ella era muy bebé. Ella compartió su niñez con cuatro hermanos pero uno de ellos se murió cuando tenía cuarenta y nueve años. Mi abuela tuvo que sufrir también la pérdida de un hijo y de un nieto con síndrome de Down.  La madre de mi abuela tuvo que trabajar lavando ropa en casas de desconocidos y a veces de amigos para poder sostener a sus cinco hijos que tenía.  Mi abuela tuvo que empezar a trabajar recogiendo su cartón a los sesenta años; al principio le daba un poco de pena que sus “amigas” la vieran recogiendo cartón pero después se dio cuenta que ellas no le iban a ayudar con los gastos diarios. Ella empezó recogiendo simples cajitas que no pesaban ni un kilo, y ahora recoge cartones de diez kilos para arriba.

El trabajo que ahora ejerce mi abuela es una obligación ya que le toca para sobrevivir día a día; no puede hacer nada más y no recibe ninguna pensión. Mi abuela a veces tiene que lidiar con problemas que ni siquiera son de ella, a veces sufre buscando un lugar donde dormir y un lugar donde guardar su cartón.  Mi abuela en la calle no siempre la tratan bien, hay personas que le gritan y hay veces intentan golpearla. Ella siempre que va llevando su cartón en la zorra, forma un trancón, el cual da inicio a muchos insultos y más contaminación auditiva con los pitos de los carros. Ahora a mi abuela la situación se le puso más grave porque hay personas que no valoran el esfuerzo de estar cargando de un lado a otro y de estar peleando con los demás recicladores por una caja de cartón y son capaces de pagarles a 50 pesos cada kilo.
Autor
Mi abuela prefiere estar en la calle reciclando que estar en la casa sin hacer nada; prefiere andar de arriba para abajo recogiendo cartón que estar esperando a que le reciban y le acepten un pedido para dinero de la tercera edad, y prefiere estar contando el dinero de su esfuerzo que estar escuchando noticias que en su mayoría tienen más ficción que realidad.