domingo, 12 de abril de 2015

UNA LUCHA QUE NO TENDRÁ FIN


Por Allison Álvarez

“De nada valdría un movimiento femenino en un mundo sin justicia social”

EVA DUARTE DE PERÓN



Inteligentes, astutas e ingenuas; así somos; y ya que el lenguaje es una herramienta de liberación, me atrevo a hacer este escrito, para así quizás, lograr que cada persona asuma una posición frente a este problema de la VIOLENCIA CONTRA LA MUJER.

Aquí estamos frente a una sociedad un tanto machista que quiere decirnos cómo vivir, vestir y pensar, tratando de ser como somos y tratando de sobrevivir, ya que todos hemos olvidado el verdadero significado de lo que es la vida, el verdadero significado de lo que es el amor, el verdadero significado de lo qué es ser mujer.

Ya nadie le da importancia a estos conceptos, de hecho ni a la mujer pareciera dársele importancia; la sociedad la rechaza, viola sus derechos y no la escucha; así mismo es estigmatizada por la condición de ser madre soltera por ejemplo, pues aún existen familias un tanto conservadoras, que piensan que ser madre soltera es una desgracia.

El conflicto armado en Colombia afecta a las mujeres, pues han sido y son víctimas de asesinatos, abusos sexuales, torturas, desplazamientos y desapariciones forzadas. Según cifras oficiales, más de tres millones de mujeres han sido víctimas de conflicto armado desde 1984.


Pero tenemos que vivir y salir adelante, ¿Dónde quedó el amor propio? Tenemos que amarnos y aceptarnos; entender que no necesitamos depender de nadie, solo de nosotras mismas. Somos hermosas por el simple hecho de estar en la tierra, y por ello tenemos que luchar y luchar, para conseguir respeto, para conseguir dignidad.

Que la desigualdad social no nos haga perder autoestima, que no nos calle, que no nos convierta en otros títeres; ya es hora de hablar, de hacernos presentes, de hacernos sentir; es hora de tomar un papel importante en nuestro entorno, no permitamos que nos tengan lástima.

La violencia no es una condición normal en el ser humano; ya no estamos en la época de las cavernas; debemos luchar por un mañana diferente; debemos reconstruir nuestra vida; debemos actuar y pensar con honestidad y responsabilidad; debemos hacer bien las cosas, debemos hacer las cosas.

Que esta generación marque una diferencia y dé a conocer ese pensamiento renovado sobre lo que significa la dignidad; que seamos valoradas por lo que somos, que esto de la violencia acabe de una vez por todas… porque debemos tener presente que quizás sea cierto que cada quien se merece su verdugo; con esto quiero decir que depende de nosotras si queremos seguir siendo víctimas de esta violencia, o si queremos ser tratadas con amor y con respeto.

Pero para el resto de las mujeres; hay muchas que se han convertido en las más crueles jueces; no entienden que la vida a veces es más difícil para algunas. Creen saberlo todo y de todos, pero en verdad lo único que saben es cómo acabar de hacerles la vida imposible y más difícil a aquellas chicas y mujeres que han tenido que sufrir y pasar por cosas jamás pensadas para ser quienes son en este momento. Es un llamado de atención sobre lo que somos a veces sin darnos cuenta, sin pensar en ese defecto que tenemos a veces cuando somos mujeres. 

Quizás valga la pena detenernos y pensar en lo que incluso ha llegado a decir nuestra cultura, en el concepto de mujer como dadora de vida, que llega a ser el origen de muchas religiones, incluso la católica. En el génesis se nos explica que Eva fue creada a partir de una costilla de Adán; y la mujer se convirtió así en un apéndice de hombre, en un apéndice creadora. Quizás debamos decir que nos creamos a nosotras mismas continuamente y que podríamos disputar esos imaginarios que se imponen en nuestra cultura. 

Bien, ahora tomémonos un tiempo para pensar y analizar lo que sería nuestro futuro; si hablamos y hacemos algo al respecto para acabar ya con esto. Para que la mujer sea tratada lo mejor posible, y que tenga el derecho de hacer ciertas cosas que no le están permitidas por el simple hecho de ser mujeres y ser vistas por la sociedad como debilidad.


Rosita era maltratada, por todos, por su familia, por su pareja, por la sociedad, pero un día abrió los ojos, y decidió no callar más ese dolor que la atormentaba cada día y cada noche. Hoy en día es una mujer exitosa, con ganas de vivir cada día, de disfrutar la vida.

Mujeres como las que sale en televisión, la que trabaja como vendedora ambulante en las calles, la que está a nuestro lado, la bonita, la tierna, la soñadora, la mujer con alguna frialdad, la más solitaria; tu mamá, tu hermana, tu novia, tu amiga o compañera, necesitan ser valoradas y necesitan que se les respete su vida y que se les reconozca en la sociedad.

Con estos ejemplos no quiero dar a entender que hay que sentir lástima por nosotras y hacernos todo más fácil. Lo que pretendo es hacerles conocer que es posible levantar la cabeza a pesar de tantos sufrimientos y humillaciones, y que podemos afrontar la realidad, empezando a vivir sin tener que depender de alguien, o de él.

Pretendo compartir mis pensamientos y sentimientos hacia la vida. Vinimos a este mundo a conocer, aprender, y cumplir nuestras metas, nuestros sueños. A nunca darnos por vencidas a pesar de tanto machismo y tanta falta de oportunidades. A comprender después de haber vivido tanto que sí se puede cambiar, que sí se puede creer en la igualdad de derechos. 









1 comentario:

  1. Mujeres...Porqué no empezamos el cambio desde el hogar formando paz e integridad ,amandonos respetandonos unos a otros! No permitamos mas aquella violencia que asecha no solo a nuestro Pais.
    ¡Por una Igualdad de Derechos!

    ResponderBorrar